miércoles, 5 de febrero de 2014

Demasiados datos...¿qué hacemos?


El fenómeno se describe con números que impresionan:
  • Desde 2006 se han generado más datos de los que la humanidad había producido previamente.
  • Se calcula que dentro de siete años, en 2020, circularán por el mundo un total de 35,2 Zettabytes (trillones de Gigabytes) frente a los 1,8 Zettabytes alcanzados en 2011, que eran suficientes para almacenar más de 200.000 millones de películas de alta definición.
  • Según Sogeti, que calcula que ya hay 1 trillón de dispositivos conectados que soportan la circulación de este volumen de información, los principales impulsores de dicho crecimiento son las aplicaciones empresariales tradicionales, el software móvil, los motores de búsqueda, las redes sociales y los sensores tipo contadores inteligentes. (Datos obtenidos en Siliconweek)
Docenas de métricas como éstas alimentan la nube virtual y revelan nuestra conducta online  Foto: Eva Mastrogiulio
Imagen: Eva Mastrogiulio, publicado en La Nación (diario de Argentina), Julio de 2012.

Por tanto, ubicado ante esta inmensidad desde cualquier posición subjetiva - ciudadano, amigo, artista, estudiante, docente, tutor- un individuo o un colectivo se encuentra ante el desafío de encontrar fuentes de datos y a posteriori decidir sobre la validez, relevancia y utilidad de estos datos. A esto se suma la necesidad de organizar, almacenar y recuperar datos que podrían ser de utilidad para el futuro o para otros. 

Un desafío que persiste
Desarrollar habilidades de gestión de información fue necesario también en épocas analógicas: en la escuela y en la universidad se proponía la utilización de fuentes y técnicas, como recurrir a bibliotecas y archivos, fichas, subrayado, cuadros de síntesis y otros (que siguen siendo útiles ahora a través de tecnologías digitales). 

Un componente, motor del aprendizaje, que se considera muy poco, es el grado de compromiso e interés del sujeto o los grupos, por abocarse a una investigación o a la resolución de  un problema, a través de actividades que se espera favorezcan la construcción de nuevos conocimientos o habilidades. Piaget y García (1982) afirman que la razón por la que un sujeto no construye una teoría científica, aunque posee las estructuras lógicas del pensamiento que se requieren, radica en el hecho de que no ha asumido como propio un problema de conocimiento. 

Por tanto la competencia de gestión de datos e información se vuelve relevante para el sujeto del aprendizaje cuando ha asumido un problema de conocimiento o de toma de decisiones como propio. El desafío para las instituciones educativas y para el docente con sus grupos de aula, es lograr conectar la currícula con los intereses de los alumnos, convertir los estímulos externos en motivación endógena.

La inflexión de las TIC 
Ahora bien si un individuo o grupo, se encuentra ante la tarea de resolver un problema de conocimiento o de acumular datos para tomar una decisión, la novedad en de las TIC consiste en la posibilidad de acceso a una multiplicidad (que se multiplica) de fuentes y herramientas de búsqueda, organización y procesamiento de datos. Podrán sobrevivir en este espacio quienes se esfuercen en desarrollar competencias para la gestión integral de información, desde la búsqueda, pasando por la organización y valoración, hasta la producción de nuevos elementos de información, útiles para las comunidades de pertenencia del sujeto. 
(Un breve análisis de esta inflexión en relación con la práctica médica pero con proyecciones múltiples en este artículo)

Herramientas
En este marco, se vuelve más necesario proponer actividades de grupo, en la forma de proyectos institucionales o de aula. Si es posible, cada grupo debería tener la oportunidad de elegir un tema o problema que les interese más y presentar un breve proyecto o idea qué se investigará y qué tipo de productos se espera obtener. El grado de elaboración de estos documentos preparativos depende por supuesto del nivel educativo.  
  • Google, Google books y Google Scholar, para la búsqueda de información relevantes.
  • Diigo, para almacenar la información relevante encontrada.
  • Los grupos de Diigo para comentar y valorar las fuentes encontradas
  • Para compartir el producto y valorar los productos de los demás compañeros o grupos, plataformas de LMS, como Moodle, redes sociales como Facebook o Twitter, redes sociales educativas, Google+ y Google Drive, etc.


  



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